Quien nos iba a decir que a estas alturas de nuestras vidas, íbamos a descubrir otras aficiones que nos gustan, íbamos a disfrutar de una vida más relajada, sin poder salir, ni estar con nuestros seres queridos. Encerrados en casa, cual animal de zoológico… En mi caso, estoy disfrutando de esos momentos que me brinda la soledad y con mi pareja, pintar, leer, cantar, meditar mientras escucho música, entrenar en casa con las pesas que me he comprado nuevas, etc. . Realmente, echo muchísimo de menos a mi familia, en especial a mis padres, que los quiero con locura, y que están pasando una mala racha en términos laborales. Y es que el coronavirus hace mella en todos los lugares de España. Ahora que tengo más tiempo libre, recuerdo episodios de mi infancia, de mi adolescencia y de mi juventud en la universidad. Veo los años pasar… y recapitulo las personas que han sido muy importantes y se han marchado sin más, dejando huella en mi cerebro a nivel emocional, aquellos que aún siguen conmigo...
Comentarios
Yo me he llevado muchas decepciones tambien,y es duro, puede que sea porque pensamos que el resto de las personas son como nosotros y luego no es así.